Los trastornos mentales y del comportamiento son uno de los mayores problemas de salud mental pública. Los millones de personas que sufren estos trastornos merecen nuestro respeto y nuestra ayuda.
¿Qué es el suicidio? Todos los seres humanos sabemos que el suicidio es acabar con nuestra propia vida, ocasionarse uno mismo la muerte. Esto se da en las distintas sociedades y culturas, en personas de todos los niveles sociales, diferentes edades y el suicidio se puede llevar a cabo de distintas maneras, de forma inmediata o lenta y progresiva.
Pero de la forma que sea y quien sea que lo haga, son personas que están pasando por momentos duros y no pueden ver la luz que siempre nos está esperando al final del túnel. Agobiados, cansados, abandonados, lastimados, desesperados, como sea que estén; ya no pueden más y la decisión más “práctica” que encuentran es: ponerle fin a su vida.
Pero quiero tocar el tema de la situación en Guatemala: muchos de sus ciudadanos viven en depresión, con temor a todo y viendo muertos por todos lados. La vida aquí se ha endurecido de tal forma que las personas están presentando problemas mentales y del comportamiento desde temprana edad y esto a su vez acerca a las personas a tener ideas suicidas. Prácticamente el 90% de los suicidas tienen una enfermedad mental importante. El diagnóstico psiquiátrico que aparece con más frecuencia en las personas con ideas suicidad es la depresión.
La soledad, la falta de apoyo social y familiar, personas que viven solas y tienen poco o casi ningún contacto con sus familias, las dificultades sociales, la marginación, el racismo, el desempleo, personas que ya no se sienten identificadas con la sociedad o la falta de expectativas incrementan el riesgo de tendencia suicida.
Sin embargo, otros factores como los debidos al consumo de alcohol y otras sustancias, los trastornos de personalidad y la esquizofrenia están directamente relacionados con el suicidio. Hay que tener en cuenta que las personas que consumen sustancias como alcohol o drogas ya no tienen la misma capacidad de autocontrol y esto puede favorecer la conducta suicida.
Guatemala esta atravesando por uno de los momentos más críticos de su historia, muchas personas han dejado por un lado su sensibilidad ante las situaciones, los niños están creciendo entre sangre y muertos y los padres no tienen prudencia y permiten a las criaturas observar cadáveres para ellos como padres alimentar su morbo mientras se quedan parados cerca de las escenas de los crímenes sin medir consecuencias. Esta es una situación que con el tiempo lo único que provoca es que los niños cuando sean adultos vean las cosas con tanta naturalidad, pero de una u otra forma ese tipo de imágenes alteran la conducta y el equilibrio mental de cualquier individuo.
La violencia no sabemos cuándo va a disminuir, mientras tanto tenemos el deber de ser nuestros propios procuradores de salud mental y tenemos la obligación de ayudar a personas que están desequilibradas por tanto caos. Tender una mano no le quita a nadie nada pero si le da mucho.
Seamos buenos ciudadanos no seamos egoistas y no veamos solo por nosotros, procurar el bienestar de todos nuestros hermanos es una obligación.

Hace un par de años, oí una conferencia de un analista, Enrique Galán, en la que presentó datos de la OMS según los cuales la depresión sería -espero que la memoria no me engañe- la primera causa de enfermedad en el "mundo civilizado" -los habitantes de los círculos tercero en adelante están demasiado ocupados, ya se sabe, en sobrevivir como para deprimirse o suicidarse-.
ResponderEliminarEspero hayan llegado bien María, saludos a todos.
Varias veces lo que la gente necesita es desahogarse, son débiles de mente y al no encontrar un hombro y palabras de aliento se suicidan. Pero también hay mucha gente que solamente quieren estar dando lástima, hay que ser precavidos y tener buen ojo para identificar al que realmente nos necesita y diferenciarlo del que solo nos quiere chantajear.
ResponderEliminarMuy buena nota, felicidades.